Hacia una vida sabia
Este otoño, en Buenos Aires, fui a conocer a Diego San, quien junto a Albano Hofmeister hace y practica una vida sabia.
En la cocina de la escuela, tomamos té, comimos banana orgánica con canela y hablamos de alimentación vegana, cambios y conciencia.
Diego es antropólogo y estudió nutrición natural. Entiende a la alimentación como un hecho complejo donde la cultura, la tradición, las emociones, la familia, la economía y otra cantidad de cuestiones intervienen. Albano es cocinero profesional.
Cuando crearon Vida Sabia y comenzaron a dar clases, prácticamente no había en Buenos Aires cursos orientados a la alimentación consciente, vegana y saludable. Fueron profundizando cada vez más, hasta que hace tres años comenzaron a dar la carrera de chef vegan naturista, orientada al desarrollo de emprendimientos gastronómicos.
Hoy en Vida Sabia brindan también un curso orientado a la cocina cotidiana, para acompañar cambios con práctica y teoría. Hay todavía muchos mitos alimentarios acerca de la carne; en Argentina se la relaciona a menudo con la fuerza, la masculinidad, el éxito.
La conciencia es estar despierto, dice Diego. Es salir del hábito que todos tenemos, echar luz, ver lo que antes no veíamos y así actuar dañando menos al medio ambiente, dañándose menos a uno mismo y generando energías más positivas en el mundo.
En este camino, tener conciencia de todos los procesos del acto alimentario.
Conciencia de lo que sucede en la producción y así que la producción genere el menor daño y sufrimiento posible, aún más,, que la producción haga algo positivo, como lo hacen la producción biodinámica o ecológica. Esa producción tiene que ver con el bienestar de esos productores, que pueda llegarles el dinero para continuar, que no se intoxiquen. Cada vez que hacemos una compra es muy importante estar conscientes.
Conciencia en la compra, que también sea lo más saludable posible para su organismo. Todos somos muy diferentes, entonces es importante hacer introspección y no necesariamente comer todo lo que se dice saludable.
Conciencia a la hora de cocinar; conservar nutrientes, no perder sabor alrededor de la cocción y tratar de obtener lo máximo.
Conciencia a la hora de comer; destinar ese momento a la comida, respetando cómo comemos, agradeciendo y dándole su valor real.
Conciencia de la digestión. La comida despierta la energía propia que tenemos todos. Diego sugiere entonces ver qué alimentos ayudan a que nuestra energía se desarrolle y podamos realizar nuestro papel en el mundo como humanos.
En Vida Sabia, además de trabajar en la conciencia del alimento, acercan a los alumnos a alternativas orgánicas y agroecológicas; trabajan hacia el desperdicio cero compostando todos los residuos de las clases y haciendo por ejemplo su propio detergente para reducir al mínimo el impacto ambiental. Alientan a cortar las cadenas de compra tratando con productores directos y visitando ferias.
Albano dice que la conciencia alimentaria es hacerse cargo de lo que elijas. Esto tiene consecuencias en tu salud, en tu humor, en el medio ambiente, la tierra, los animales. Se trata también de ser más conscientes de los procesos de la industria. Ser más curioso te da mucha libertad. Entonces te das cuenta que ir al supermercado resulta medio obsoleto.
Diego San publicó “Guía de nutrición y cocina consciente” en 2014. Este agosto saldrá la segunda edición, revisada y ampliada.
En su libro, comparte su mirada acerca del acto alimentario, la alimentación consciente y saludable, y también un generoso recetario para una cocina sabia.
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